La representación de jugadores boricuas en las Grandes Ligas se encuentra en un nivel crítico. Cada año son más los boricuas que llegan a su retiro, voluntario o involuntario. Cada año son menos los que llegan desde las ligas menores. Mientras esto sucede en nuestra isla, podemos ver como en otros países latinoamericanos ocurre exactamente lo opuesto.
El elemento más visible y obvio que se le puede achacar a este patrón negativo en el desarrollo del béisbol insular es el ‘Draft’ o ‘Sorteo de Agentes Libres’. Puerto Rico es el único país fuera de los países norteamericanos que tiene que atenerse a las reglas impuestas por la ‘Major League Baseball’ referente a los jóvenes prospectos que quieren hacer su incursión al profesionalismo en esta disciplina. Los demás países presentan otro tipo de reglas para este evento. En la mayoría de ellos la única regulación es que el joven haya cumplido sus 16 años al momento de ser firmado.
Al regirse Puerto Rico por las mismas reglas del ‘Draft’ que en los Estados Unidos y Canadá los jóvenes aspirantes tienen que terminar su cuarto año de escuela superior para ser elegibles al sorteo de agentes libres que se celebra anualmente en el mes de junio.
Aquí en Puerto Rico voces de protesta se han levantado al respecto e inclusive han encontrado apoyo en altas esferas del gobierno federal. Escritos en la prensa, programas radiales y otros, han tratado de levantar conciencia en los ámbitos deportivos sobre lo discriminatorio de esta regla. Realmente nos debe de llenar de satisfacción que son muchos los preocupados por nuestra juventud puertorriqueña, y más cuando muchas de estas personalidades son influyentes en nuestro país.
Realmente me causaría gran satisfacción llegar a la conclusión, al igual que muchos de los que han hecho pública su opinión al respecto, que el verdadero problema de la disminución de boricuas en las Grandes Ligas es el ‘Draft’. Sentiría satisfacción ya que al haber identificado el problema nos encaminaríamos entonces a buscarle la solución. Lamentablemente, el verdadero problema no es tan sencillo de identificar.
Si el ‘Draft’ fuera un obstáculo por qué entonces peloteros como Carlos Beltrán, Jorge Posada, Javier Vázquez, los hermanos Molina, José Vidro, J.C. Romero, Joel Piñeiro, Alex Cora, Alexis Cintrón, Alex Ríos han podido llegar y triunfar. Si el ‘Draft’ fuera negativo lo sería para todos los puertorriqueños y no para algunos.
Entonces, ¿cual es la parte del ‘Draft’ que influye en los boricuas que no les permite llegar a las Grandes Ligas? No me convencen los elementos que presentan las voces de protesta.
Casi todos los exponentes en contra del ‘Draft’ presentan los siguientes argumentos:
Número uno, al no poder firmar a una temprana edad (16 años) privan a los jóvenes prospectos tiempo de desarrollo a nivel profesional.
Segundo, que esta regla pone en desventaja a los boricuas ya que compiten o con jugadores colegiales en Estados Unidos y Canadá de mayor edad y que ya han estado expuestos a un programa avanzado de desarrollo de habilidades o con jóvenes de las escuelas superiores que tienen dentro de su programa extracurricular una temporada de béisbol.
Y como último argumento presentan que las organizaciones de Grandes Ligas en los últimos años han presentado la tendencia de seleccionar y firmar jugadores colegiales y no de escuelas superiores.
Continúan sus críticas mencionando que los jóvenes dominicanos, venezolanos, etc., no tienen que pasar por esta especie de ‘filtro’ para llegar al profesionalismo. A primera instancia tal parece que nuestros hermanos latinoamericanos no tienen que pasar por este tipo de competencia para firmar al profesionalismo. Requiere esto un poco más de estudio y observación.
Todos estos argumentos tienen cierta validez a simple vista, pero se obvian muchos elementos en el proceso. Veamos cada uno de ellos, tratando de ser breves para mantener el asunto simple.
Primer argumento: la edad. Un prospecto de Grandes Ligas es prospecto a los 15 años, a los 16, 20, 24 o 27, como fue el caso de Edgar Martínez que hizo su incursión a las Grandes Ligas a los 27 años para tener una extraordinaria carrera digna de un Salón de Fama.
De nada nos serviría comenzar a firmar ‘prospectos’ a tutiplén a sabiendas que la gran mayoría de ellos no tienen lo necesario para llegar a Grandes Ligas. Solamente un 94% de los peloteros firmados al profesionalismo llegan a ver su sueño hecho realidad. Esta estadística no incluye los dominicanos, venezolanos y otros que firman en su mayoría a los 16 años y sin haber terminado siquiera su escuela superior y son enviados a las ‘Academias de Béisbol’ en sus respectivos países y de las cuales más de un 97% nunca salen de ellas, viendo así su sueño hecho pesadilla a la tierna edad de 19, 20 o 21 años.
De tomar esta ruta terminaríamos nosotros con otro gran problema social en nuestras manos, pues estos jóvenes ‘descartados’ del profesionalismo se verían en la ‘calle’, sin dinero, sin estudios y privados de obtener becas universitarias. Tal y como sucede en República Dominicana y Venezuela. Esta es la parte que muchos no dan a la luz pública.
Segundo argumento: la desventaja competitiva. La supuesta desventaja competitiva de los nuestros existiría con o sin ‘Draft’. De no existir el ‘Draft’ en Puerto Rico, ¿a dónde ustedes creen que irían a parar los jóvenes boricuas que sean firmados a los 16, 17 y 18 años? Irían de ‘cabeza’ para las academias de dominicana o Venezuela.
Entonces ahí tendrían que competir con los 40 a 45 latinoamericanos ya firmados que están ya en las academias para buscar un ‘pase’ para el equipo de Novatos de Estados Unidos, y esto es de abrirse un espacio en tal equipo. ¿Y quienes ustedes creen que los esperan en este equipo de los Estados Unidos?, los colegiales y jóvenes de escuelas superior que están compitiendo hoy en día siendo parte del ‘Draft’. En otras palabras, antes, ahora y siempre tendrán que competir con los jugadores de estos programas estadounidenses.
Tercer argumento: se están firmando en su mayoría jugadores colegiales. Las organizaciones de Grandes Ligas han optado por firmar más peloteros colegiales por que estos se encuentran mejor preparados física, mental y emocionalmente para enfrentar la ardua tarea de abrirse camino en las ligas menores. Las habilidades que presentan estos colegiales a la edad de 20, 21 o 22 años están más cercanas a su potencial máximo y se disminuye de esta forma el elemento de proyección de estos prospectos.
En otras palabras, las habilidades que ve el ‘Scout’ al momento de la firma se encuentra bien cercano a lo que este prospecto proyecta en un futuro. La brecha entre ‘costo’ y ‘riesgo’ se disminuye, y esto aplica en cualquier tipo de negocio.
Y aquí en este último argumento es que considero se encuentra la verdadera solución del problema boricua. En donde estamos perdiendo a nuestros prospectos es entre las edades de 12 a 15 años. Si logramos preparar a estos jóvenes en estas edades de forma tal que cuando llegue el momento de ir al ‘Draft’ se haya disminuido el elemento de ‘costo’ y ‘riesgo’ al cual le temen tanto las organizaciones de Grandes Ligas. Entonces estaríamos realmente haciendo algo con el problema.
Las incógnitas para contestar para ser esto posible son las siguientes: ¿Estamos identificando a temprana edad a los jóvenes con habilidades legítimas para el béisbol?, ¿estamos haciendo lo necesario para mantener los mejores atletas en el béisbol o se están ‘escapando’ a otras disciplinas?, ¿estamos nosotros preparando a nuestros jóvenes de la forma correcta para jugar el béisbol?, ¿nos están privando de estos prospectos las actividades no relacionadas al deporte?
Busquémosles solución a estas preguntas y les aseguro que estaríamos dando un paso firme adelante a la solución del problema.
En resumen, estoy seguro que la eliminación del ‘Draft’ en Puerto Rico no solucionaría el problema. El verdadero problema estriba en la identificación, selección y preparación de estos prospectos. Debemos tener cuidado de no errar en lo que queremos hacer para solucionar el problema. Esto conllevaría pérdida de tiempo, esfuerzo y dinero, y más importante aún muchos otros años de escasez boricua de las Grandes Ligas.
A los que quieren eliminar el ‘Draft’ en Puerto Rico y volver de nuevo al sistema antiguo de agencia libre, solo les quiero sugerir que, cuidado con lo que desean pues se les puede cumplir.
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