Existe una gran cantidad de estudiantes-peloteros puertorriqueños que se gradúan de escuela superior y buscan el ingreso en alguna universidad o colegio en los Estados Unidos como una alternativa viable para poder firmar eventualmente como profesionales.
Aunque existen muchos de ellos que también tienen como objetivo el hacerse de una carrera académica y conseguir una profesión por medio del béisbol.
En cualquiera de los dos casos, ya bien sea con miras a firmar profesional, o para lograr un grado académico, la orientación y preparación para conseguir ayudas financieras en forma de becas es indispensable.
Son miles y miles los jóvenes atletas en Estados Unidos y Puerto Rico, que quieren ingresar a colegios con becas. Siendo esta la principal razón que dificulta el conseguir una beca que valga la pena y llene las expectativas de cada joven. La competencia es inmensa.
Además de la cantidad de estudiantes-atletas que compiten por la ayuda, los prospectos puertorriqueños se encuentran en desventaja en comparación con los estadounidenses por el factor más obvio, el idioma.
Al ingresar a una institución, además de ir a competir, jugar y desarrollarse como peloteros, también tienen que mantener un índice académico aceptable para poder participar en los programas deportivos. Aquí el reto es doble, el idioma, y la rigurosidad de la clase misma, tales como ciencias, matemáticas y otras.
Aunque muchas de las instituciones ofrecen clases para los estudiantes que tienen el inglés como su segundo idioma, ‘English as a Second Language’ (ESL), estas clases son costosas y no se adjudican como créditos para el currículo que quieren obtener.
Otra desventaja es el costo que tienen que incurrir los padres para sufragar todas las partidas que no son incluidas en las becas. Esto puede incluir; pasajes aéreos, comidas adicionales a las que ofrece la beca, transportación local, la diferencia en el costo de la matrícula que no incluye la beca, y muchos otros.
En promedio, una familia que envíe a un hijo a estas instituciones tendría que aportar entre $5,000 y $8,000 dólares anuales de sus bolsillos (o prestamos personales), para complementar con las becas ofrecidas. He conocido familias que la aportación puede estar sobre los $12,000 anuales.
Debido a esto, lamentablemente, el promedio es alto de aquellos que logran ingresar a estas instituciones en los Estados Unidos para luego regresar a Puerto Rico sin completar tan siquiera el primero o segundo de estudios.
También están los que regresan porque las expectativas académicas que ofrece la institución, es por debajo del nivel de calidad que ellos esperaban, aunque estos son los menos.
Sea cual sea la razón, el promedio de estudiantes que se deciden por esta oportunidad de progresar con becas en colegios norteamericanos es más alto de lo que muchas personas quisieran imaginar. Alrededor de 600 puertorriqueños anualmente se atreven a esta aventura.
Es por eso que, tanto los estudiantes-peloteros, como sus padres, inclusive los orientadores escolares, deben educarse hasta la saciedad sobre este proceso.
Con esto en mente les estaré presentando unas guías y puntos generales que deben seguir aquellos que se decidan por esta vía para poder, (1) firmar al profesionalismo (2) obtener una educación universitaria, (3) o ambas.
Para estos escritos he consultado y recibido la orientación de personas expertas en todo este proceso al igual de ‘coaches’ que trabajan en el sistema de los colegios y universidades en Estados Unidos.
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