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Avances Tecnológicos en el Béisbol

Foto del escritor: Edwin RodríguezEdwin Rodríguez

En este nuevo formato de enseñanza sobre temas relacionados al béisbol moderno les presentaré a manera de introducción la serie titulada: ‘Avances Tecnológicos en el Béisbol’.


Estaré comenzando, por el principio. Explicando en donde comenzó esta nueva era del béisbol de análisis y estadísticas avanzadas. ¿Cuál fue el comienzo de esta nueva revolución en el béisbol organizado?


En los últimos 5 años la industria del béisbol ha experimentado unos cambios los cuáles han revolucionado el juego como nunca visto en su historia. Claro está, con excepción de la barrera étnica rota por Jackie Robinson en el 1947. Pero ¿cuál ha sido el elemento que tanto ha impactado a esta industria del béisbol en los últimos años? Sin duda han sido los avances tecnológicos.


Para entender mejor lo que está sucediendo hoy día en esta industria tendríamos que mencionar primero lo que sucedió durante los comienzos de la década del 2000. En esa década se hizo famosa la filosofía o estrategia de juego conocida hoy como ‘Moneyball’. Esta nueva filosofía administrativa de juego fue llevada a la popularidad por la organización de Grandes Ligas de los Atléticos de Oakland y llevada a ‘Hollywood’ mediante una película del mismo nombre, interpretada por el reconocido actor Brad Pitt, la cual fue un éxito taquillero.


Esta novedad administrativa por esta organización de mercado pequeño como los Atléticos fue motivada por las restricciones financieras que batallaba el equipo al tener que competir no solo en el terreno de juego, sino también económicamente con tres ‘monstruos’ financieros de la región californiana como eran los Dodgers de los Ángeles, los Angelinos de California y los Gigantes de San Francisco. Añadiendo a los Padres de San Diego, otra franquicia en el mismo estado, aunque esta última también de mercado pequeño. Cinco franquicias de Grandes Ligas en un mismo estado.


El dinero disponible en la nómina de los Atléticos para confeccionar su roster era ínfimo, comparado con sus más cercanos rivales. Inhabilitándolos esto de conseguir firmar jugadores de impacto para el equipo.


Ante esta desventaja financiera, el equipo liderado por su gerente general, Billy Beane, tuvo que reinventar la forma que estructuraba su roster para conseguir jugadores que se ajustaran a su situación.


La firma de los ‘agentes libres’ disponibles en el mercado era demasiado cara para ellos. Ante esta situación dependían entonces los Atléticos de dos estrategias principales para mantenerse competitivos. La primera, reconstruir desde adentro de la organización, entiéndase que los jugadores potenciales que le ayudarían a ganar juegos tenían que ser desarrollados desde su mismo sistema de ligas menores.


La segunda estrategia, sería el identificar características desapercibidas por los demás equipos en jugadores ya establecidos en grandes ligas, pero que estas habilidades, bien utilizadas, ayudaban a ganar juegos. Se conoce este término como ‘loopholes’, fallas o elementos pasados por alto en el sistema.


Hasta ese entonces la calidad y el valor salarial de los jugadores era determinada principalmente por su promedio de bateo, por las carreras impulsadas y los jonrones que conectaban.


Un análisis estadístico por miembros de la organización de los Atléticos determinó que estas estadísticas tradicionales, hasta ahora utilizadas en la industria como ‘valiosas’, no presentaban un cuadro real de la importancia en la aportación del jugador.


Así fue como, los Atléticos empezaron a prestarle más atención a la frecuencia en que los bateadores llegaban a base, pero no necesariamente tenía que ser por su bateo, sino también por su habilidad de recibir bases por bolas. Después de todo llegar a base es llegar a base, sin importar la forma que se haga. Sin corredores en base, es imposible anotar carreras. Esta estadística conocida con ‘On-Base Percentage’ (OBP), era literalmente ignorada.


Los Atléticos comenzaron a identificar a bateadores con un alto porcentaje para llegar a base (OBP). Para ellos, esta estadística era más importante que el mismo promedio de bateo. Y más valioso para ellos aún era que la industria hasta ese momento no ‘pagaba’ por esa habilidad. Los jugadores con esta destreza eran ‘baratos’.


Comenzaron a llenar su sistema de ligas menores y roster de grandes ligas con jugadores con habilidad para llegar a bases, en este caso con la habilidad para ‘trabajar’ una base por bolas, sin importar su promedio de bateo ni las carreras que impulsaban, ni los jonrones que conectaban, y por ende su nómina no tenía que ‘sufrir’ con jugadores caros.


A la misma vez, comenzaron a seleccionar y firmar en el ‘draft’ a prospectos colegiales que exhibían una buena habilidad de no tirarle a lanzamientos malos, una habilidad de ‘trabajar el conteo’, como los conocemos en el argot deportivo, y que presentaban un conocimiento avanzado de la ‘zona de strikes’ y de ‘trabajar’ las bases por bolas.


Desde ese momento en adelante para los ‘scouts’ o ‘buscadores de talento’ de Oakland, lo más importante era, la cantidad de veces que el bateador llegaba a base, sin importar la forma que lo hacían. Fue así que la organización comenzó a firmar jugadores los cuales NO necesariamente eran buenos atletas, ni que presentaban cuerpos excepcionales, al fin y al cabo, sino podían llegar a bases, no les ayudarían en nada. Los cuerpos atléticos de los prospectos pasaron a segundo plano.


La misma estrategia la utilizaban para la firma de los ‘agentes libres’ de grandes ligas, ¿Cuál era su habilidad de llegar a bases? Sin importar si era buen atleta o no. Los atléticos comenzaron a tener en sus equipos a jugadores que, bajo los estándares de la industria hasta ese momento, se veían en sobrepeso y realmente no lucían muy bien en uniforme, no tenían ni que correr bien, pero al fin y al cabo si se llegaban a base y ayudaban a ganar juegos, eran lo que estaban buscando.


Como muy bien lo expresó su gerente general Billy Beane, ‘aquí no estamos vendiendo mahones, aquí estamos vendiendo victorias’. Esto en referencia obviamente a la forma que se veían físicamente sus jugadores.


No es coincidencia el éxito de la organización en las últimas 20 temporadas. Los Atléticos de Oakland han pasado a la postemporada en 10 ocasiones. Esto es la misma cantidad que lo han hecho los Medias de Rojas de Boston, en 10 ocasiones, y los Dodgers de los Ángeles en 11, durante el mismo periodo. Estas dos últimas organizaciones consistentemente presentando una nómina salarial a veces hasta tres veces mayor que los Atléticos de Oakland.


De esta forma, fue que nació la estrategia de ‘Moneyball’.


Esa parte del juego, aunque no es técnica, es más bien administrativa, y su motivación fue económica, es importante que ustedes la entiendan para que más adelante comprendan con más facilidad de donde surgen y cuál es el enlace que tienen con los cambios del momento, los cambios de hoy en día, del 2020.

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